Las ventas y el comercio no volverán a ser lo mismo. Ya pasaron dos años de la experiencia del aislamiento forzado por la pandemia COVID-19, con meses en donde el mundo frenó y la dinámica de la cadena de suministros y el consumo cambió repentinamente. La digitalidad, que venía en crecimiento, experimentó un auge voraz para convertirse en la nueva vía de intercambio entre clientes y proveedores. Pero… ¿Cuáles son las ventajas?
Más allá de la lógica superación de las barreras geográficas, la implementación total del comercio digital permite diversificar la manera de vender y, también, la forma de consumir. Con el foco en el proveedor, teniendo en cuenta las nuevas exigencias del público, analizaremos una de ellas: las experiencias personalizadas.
En esa línea de crecimiento de clientes potenciales por tener un alcance mayor a la locación geográfica, asimismo hay un aumento de la oferta para los compradores. ¿Cómo podría diferenciarse una empresa, más allá de su producto/servicio?
A mayor competencia también se han sumado factores cruzados que derivan en una nueva lógica comercial a través de lo digital. No solo se trata de adquirir el producto o servicio, sino de la manera en el que la persona lo hace y qué tipo de experiencia se vive a partir de ello, tanto en la compra como en el consumo.
Las experiencias personalizadas del cliente son un conjunto de emociones, sentimientos y estímulos que siente una persona al momento de comprar un producto o adquirir un servicio y el posterior uso que hace del mismo. Si bien el objetivo es el mismo (que la experiencia sea óptima desde todas las perspectivas), cada individuo vivirá su experiencia de una forma distinta.
Por ello, en este punto es clave la visión, inversión y desarrollo que lleve a cabo la empresa para brindar una mejor experiencia de compra a la persona usuaria a medida de que pasa el tiempo. Y a su vez, encontrar las soluciones necesarias para poder llevar adelante este desafío.
La experiencia personalizada del cliente, entonces, es una faceta primordial que se debe tener en cuenta no solo a la hora de digitalizar una empresa, sino también de optimizar la estrategia de negocio. Sin dudas, esto se verá reflejado en la rentabilidad, las ventas y la imagen de la organización. Veremos cómo podemos generar una excelente experiencia personalizada, cómo funciona y qué maneras de impactar de manera positiva pueden implementarse.
¿Cómo funcionan las experiencias personalizadas?
Si alguna plataforma puede combinar experiencias innovadoras con transformación digital y adaptabilidad a cada empresa, es Peiperless. Su funcionamiento se enfoca en dar un salto de calidad a catálogos tradicionales para performar los mismos hacia la estructura digital y una exigencia diversa entre las necesidades de las organizaciones y sus clientes.
Una muestra de tus productos o servicios, la descripción de ellos y su contacto con el potencial comprador se transforman para poder apelar a la experiencia del cliente, haciéndola más íntima y personal. Al mismo tiempo que el cliente interactúa, y no solo observa, el catálogo puede desarrollar y concretar una compra.
El cliente, ante la diversidad de la oferta y la velocidad de las nuevas tecnologías, tiene un periodo de atención cada vez más escaso. Por eso, una de las claves, es la eficacia en captar la atención gracias a la interacción que se da durante la compra.
En tiempos de alta competencia, de compradores y vendedores, estar un paso adelante significa dominio de mercado. Para pensar en cuáles son las estrategias que te llevarán a ese nivel, veamos algunos puntos a tener en cuenta en relación con la experiencia personalizada que pueden hacer la diferencia entre tus competidores.
Aun así, las recomendaciones y opciones a implementar podrían ser muchas más, dada la gran diversidad de herramientas que la tecnología y el abanico de Peiperless puede implementar en un catálogo digital. Además, permite personalizarlo para proveedores y distintas empresas. Vamos a ver, por consiguiente, ejemplos concretos de trabajos en los que se perfecciona la experiencia del cliente.
Ejemplos prácticos de catálogos para mejorar la experiencia del cliente
Veamos cuáles son algunos de los puntos salientes que diferencian un catálogo interactivo de un catálogo normal, y bajo qué parámetros se presenta la estrategia de innovación para dar ese salto a la mejor experiencia del cliente.
La experiencia del cliente, una realidad impostergable
Expuesto un poco el análisis de qué es la experiencia del cliente, cómo funciona y cuáles son sus características principales, volvemos a destacar su relevancia. Ya se ha mencionado que el cambio en el mercado y la forma de consumir, transitar y comprar es muy diferente. Ante una época de cambios, solo hay una alternativa para seguir compitiendo y funcionando: cambiar.
Para que ese cambio realmente sea posible, Peiperless se desarrolló como una plataforma que da vida a las marcas en el mundo digital. Ahora, ya no solo se trata de digitalizar el negocio, sino de diferenciarlo dentro de la enorme marea del mercado virtual.
Ese salto de calidad es posible gracias a la adaptabilidad, tecnología e innovación puestas al servicio de las empresas para generarles un valor de impacto para atraer clientes a partir de su experiencia. Siempre entendiendo que afrontar estos cambios, hace apenas dos años de este auge, aún resulta muy difícil para algunas compañías.
Pasada la urgencia de adaptarse de la manera más rápida y eficaz posible, la innovación digital hoy es una estrategia a largo plazo que puede plantearse con mayor anticipación. Y sobre todo, con mayores opciones para hacerlo de mejor manera. Por eso, no se trata de encontrar al primer especialista posible, sino de buscar al que mejor pueda explotar el valor de cada empresa en un mercado saturado.
Esa necesidad resulta aún más palpable en los comercios a gran escala, dado que en los casos de contacto directo puede jugar el efecto personal en el intercambio. Sin embargo, a nivel mayorista, regionales o nacionales se necesita derivar esa responsabilidad en un servicio que responda por él para garantizar una mejor experiencia al cliente, dado que no pueden encontrarse cara a cara.