¿Sabías que el primer catálogo fue creado en 1744 por Benjamin Franklin? Y aunque es evidente que las cosas han cambiado bastante, con la llegada de la digitalización este recurso ha ido evolucionando hasta llegar al catálogo digital o catálogo interactivo que conocemos hoy, logrando convertirse en un aliado estratégico del área de marketing y ventas.

Hasta hace pocos años atrás el catálogo era enviado por correo (postal, no electrónico 😂) o entregado en la tienda del barrio para que señoras y señores pudieran hacer sus pedidos. Luego aparecieron internet, los smartphones, las redes sociales y la internacionalización, haciendo obvia la necesidad de adaptar este recurso a la era digital. Hasta aquí llegamos al catálogo digital. 

Y aunque pudieras llegar a creer que eso fue todo, el catálogo interactivo hizo aparición. Ante las exigencias de los usuarios que buscan realizar pedidos inmediatamente sin complejidades, y de las empresas que necesitan comprender sus % de conversión y engagement, surgió esta herramienta.

Sin embargo, algunas cuestiones no cambian y son transversales a cualquier tipo de catálogo. Quizá te has preguntado, ¿sabes por qué el catálogo es el complemento perfecto para vender? Porque desde el inicio del consumo el catálogo ha sido una manera cómoda y práctica de descubrir nuevos productos y promociones. 

Si quieres conocer más sobre el poder de los catálogos interactivos, te recomendamos leer este artículo.

7 Beneficios de los catálogos interactivos

El área de marketing y ventas de las empresas pequeñas, medianas y grandes destinan grandes cantidades de dinero para el desarrollo de sus acciones y dado que el 2020 nos ha regalado un nuevo panorama dónde aquello que se toca es un potencial peligro, el catálogo digital y el interactivo se han ganado un nuevo significado.

A continuación te describiremos cada uno de los beneficios del catálogo interactivo para tu empresa que seguramente querrás conocer. 

#1 – Es, obviamente, interactivo.

La experiencia del usuario es un concepto que debe ser aplicada en cada paso, herramienta y recurso del mundo digital. Los catálogos interactivos no son la excepción. Es a través de la capacidad de interactuar con el usuario dónde las empresas serán capaces de cambiar la percepción de sus clientes sobre su producto o marca. 

Por esta razón, incluir contenido interactivo (Videos, URLs, fotos o textos diferenciados por interés en el contenido) no sólo mejorará la experiencia de nuestros clientes con la marca, sino que también podría significar un aumento significativo de las ventas. 

Mientras el catálogo impreso o digital admite únicamente la acción de pasar página, los catálogos interactivos promueven acciones dentro de cada página con el objetivo de conseguir los resultados comerciales esperados. 

#2 – Más ventas.

Pasar las páginas y anotar en un costado el pedido tiene su encanto, sin dudas, pero del dicho al hecho existe un largo recorrido. Tanto en el catálogo digital como en el impreso no es posible indicar inmediatamente número de artículos, cantidades y otras cuestiones importantes al realizar un pedido, recibiendo pedidos con errores o perdiendo compradores en el camino. 

El catálogo interactivo permite detallar y enviar el pedido en tiempo real, de modo que no sólo sea más práctico para quienes deseen realizar compras mayoristas (Seguro estarás imaginando al encargado de compras de tu empresa anotando todos los números y colores en un papel 😂), sino que también ayuda a mantener al usuario interesado evitando abandonos. 

#3 – Los cambios y modificaciones no son un problema

Admitámoslo. Pocas cosas son tan engorrosas (y poco productivas, dicho sea de paso) cómo querer realizar modificaciones simples o complejas en los recursos que se disponen y depender de recursos externos o tiempos de espera desmesurados. Ni imaginar el caso de los catálogos impresos dónde un pequeño error en el editable puede significar cientos, sino miles, de partidas mal hechas. 

Aún en los catálogos digitales los cambios pueden ser complejos ya que aunque el editable sea modificado, en ocasiones será necesario volver a enviar (sin costos elevados como es en el caso del impreso, por suerte) el documento a cada usuario. 

Este no es el caso de los catálogos interactivos. En Peiperless, por ejemplo, desarrollamos un SaaS donde la empresa podrá realizar las modificaciones necesarias en pocos minutos. Y una vez hagan click en “guardar”, dado que el catálogo es alojado en una URL, los cambios se verán plasmados en el momento. 

#4 – Crear un catálogo interactivo es muy fácil

Ya sea que tengas una empresa de retail, distribuidora o e-commerce, seguramente ya comprendes el valor de enviar a tus clientes el material para consultar tu listado completo de productos.

Por esta razón, tenemos una buena noticia: Crear un catálogo interactivo es muy fácil. Basta con subir a Peiperless el .PDF que estés enviando digitalmente a tus clientes a la plataforma o armar un listado de productos en .CSV y listo. Podrás asociar los productos a acciones concretas y luego indicar cómo quieres concretar el pedido. 

Si, eso es todo. 🙌

#5 – Obtén métricas relevantes para tu negocio

Si algo nos ha traído la digitalización es la importancia de medir. Gracias a tener métricas de referencias podemos saber dónde estamos bien, dónde estamos fallando y cómo debemos optimizar el proceso para conseguir mejores resultados. 

Si comparamos los diferentes tipos de catálogos, es fácil notar que en los impresos la medición es casi imposible (sólo sería posible identificar volumen de tirada y nº de pedidos realizados), en los digitales podemos implementar algunas métricas (Aperturas del catálogo principalmente) y en los interactivos podemos comprender el universo completo.

Volumen de visitas, % de interacción, acciones realizadas y conversión a ventas es parte de la información que podemos obtener de los catálogos interactivos para entender el proceso de venta completo. 

#6 – Menos costos

En los catálogos impresos los costos suelen ser muy elevados, ya que no sólo se deberá utilizar un recurso para el diseño del catálogo, sino también que se debe tener en cuenta producción y logística. Al aumentar el número de intermediarios, aumentan los costos. Salvo casos puntuales dónde su uso amerite como es en el caso de puntos de venta, stands, etc., esta opción parece no volver a ser popular en el corto plazo.

Sin envío, sin costos elevados de modificaciones y sin producción, los catálogos digitales e interactivos ven sus costos enormemente reducidos frente a los impresos. Y cómo si esto fuera poco, la posibilidad de obtener información sobre el alcance, uso y accionar sobre el catálogo permitirá aumentar el retorno de lo invertido. Los profesionales de marketing pueden estar contentos. 

#7 – Integrado a tus resultados

Por último, pero no menos importante. Los catálogos interactivos poseen otro beneficio que los digitales e impresos no: La posibilidad de integrarse con los objetivos comerciales de la empresa. 

Mientras algunas compañías quieren recibir los pedidos inmediatamente en el WhatsApp de los vendedores, otras decidirán que lo mejor es enviar al check out de su plataforma e-commerce. Por esta razón, integrar el catálogo a tus plataforma y procesos será estar un paso adelante y brindar una mejor experiencia a tus usuarios. 

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